Los años pesan, la carga es grande

El dolor va dejando sus marcas

pero la piel brilla y no hay arrugas.

Su fuerza interior todo ilumina.

Ahí está para todos y a cada uno 

dejando como brisa

Su risa de niña…

Sus labios pintados…

y el chal en sus espaldas

Como necesitando ese abrazo

que cada día le falta.

Pero ahí está, amiga de la soledad

regalando su mirada profunda y fresca

Atenta a cada llamado…

…a cada relato de nuestra vida

cotidiana.

Cuánto vivido, cuánto amado y cuánto soñado…

En sus brazos me siento esa niña

que danzaba canciones españolas

que se ponía sus tacones

y llamaba su atención

y le robaba siempre una sonrisa

y una hermosa canción.

Recuerdo las noches, de licor de anís

y aroma a bizcochuelo

casero y recién horneado

endulzando el final de un día complicado.

Y vuelvo a sentir la fuerza que me daba

con su compañía silenciosa

cuando estudiaba y la noche

se hacia inmensamente larga…

Siento el perfume de sus sábanas almidonadas,

de las rosas que florecían

cuando ellas las cuidaba.

En sus brazos

revivo mis días juntas

sin tiempo, sin distancias…

Así es mi mamá

La mujer con la sonrisa mas bella

que la regala sin egoismo

La que me enseña que Dios

otorga en un minuto lo que dilata años

La que siempre me dice

Todo es para bien…. siempre es para bien

Así es mamá

Simple y profunda

como el aroma a hogar de casa

y dulce y pura

como sus rosas blancas.

La que me espera

y prepara el té, que pondrá

al día nuestra charla.

Así es mamá…

la que con su abrazo

todo lo cambia…

todo lo alcanza!

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